No toda la luz es igual: las longitudes de onda azules son la porción más potente del espectro electromagnético visible para la regulación circadiana. Por lo tanto, bloquear la luz azul podría crear una forma de oscuridad fisiológica. Debido a que tanto el momento como la cantidad de luz y oscuridad afectan el sueño, el uso de lentes ámbar por la tarde para bloquear la luz azul podría influir en la calidad del sueño. El estado de ánimo también se ve afectado por la luz y el sueño; por ello, el estado de ánimo podría verse afectado por el bloqueo de la luz azul.

En este estudio, 20 voluntarios adultos fueron asignados al azar para usar gafas de seguridad que bloqueaban la luz azul (ámbar) o gafas con tinte amarillo (que solo bloqueaban la luz ultravioleta) durante 3 horas antes de dormir. Los participantes completaron diarios de sueño durante una semana de evaluación inicial y dos semanas de uso de las gafas. Las medidas de resultado fueron subjetivas: cambios en la calidad general del sueño y en el afecto positivo/negativo.

Los resultados mostraron que, al inicio del estudio, la calidad del sueño era peor en el grupo de lentes ámbar que en el grupo control. Un ANOVA de dos por tres vías reveló una interacción significativa (p < .001) entre la calidad del sueño a lo largo de las tres semanas y la condición experimental. Al final del estudio, el grupo de lentes ámbar experimentó una mejora significativa (p < .001) en la calidad del sueño en comparación con el grupo control, así como un aumento del afecto positivo (p = .005). El estado de ánimo también mejoró significativamente en comparación con los controles. Se justifica una replicación del estudio con datos más detallados sobre la línea base circadiana de los sujetos y medidas objetivas de resultado.